Prevención del Acoso Escolar

Protocolo para la Identificación y la Prevención del Acoso Escolar
Protocolo para la Identificación y la Prevención del Acoso Escolar

Ante la creciente preocupación social y del sector por este tema, la Fundación Gestiona ha desarrollado esta herramienta destinada a ayudar a que sean los propios centros de enseñanza los que puedan identificar síntomas y prevenir posible casos de acoso en sus aulas.

Nuestro Protocolo para la Identificación y la Prevención del Acoso Escolar está concebido para abordar los problemas de acoso en fases preliminares, ya sea evitando que llegue a producirse, ya sea detectando que se ha producido de forma ocasional.  Los expertos apuntan a que los centros de enseñanza son conocedores del protocolo de su Comunidad Autónoma para los casos en los que el acoso es un hecho consumado. Pero que, sin embargo, no cuentan con los recursos para distinguir entre un mero conflicto y una situación de acoso, y sobre todo, no saben cómo evitar que lo primero devenga en lo segundo.

Según la Fundación Gestiona, esta dificultad para detectar las situaciones de acoso en sus fases preliminares es la causa de algunas de las sentencias condenatorias a colegios por casos de acoso escolar que se están produciendo en España. De acuerdo a la jurisprudencia los colegios tienen la obligación de combatir el acoso como responsables de los menores a su cargo durante las horas lectivas. Y para cumplir con esta responsabilidad necesitan nuevas herramientas que les ayuden a detectar y a prevenir las posibles situaciones de bullying.

El Protocolo de la Fundación Gestiona se basa en cuatro programas complementarios e independientes:

  • Programa de información y sensibilización. Este programa involucra a toda la comunidad educativa: equipo directivo del colegio, profesores y padres, con especial incidencia en el equipo docente, que recibe formación específica para identificar y evitar el acoso.
  • Programa de Evaluación. A través de este programa se realiza un estudio del centro educativo mediante la evaluación física del mismo, así como en la realización de baterías de test y jornadas de observación para analizar los perfiles psicológicos de los alumnos y de su grupo de pertenencia.
  • Programa de actuación I. Dependiendo del nivel de riesgo encontrado se toman medidas que implican a los individuos o grupos de riesgo potenciales encontrados y a sus relaciones con el resto de la comunidad educativa. El alcance de estas acciones correctoras llega a la totalidad de los implicados: acosado, acosador y sus familias.
  • Programa de actuación II. En caso de encontrarse casos reales, y no solo potenciales de acoso, se revisará un programa de actuación que va desde cómo proteger al menor acosado, a conocer los pasos de una inspección educativa o evaluar el alcance de posible causa judicial.