Según el último informe PISA elaborado por la OCDE, los niños finlandeses serán los profesionales mejor preparados en un futuro próximo.
La noticia no es nueva, teniendo en cuenta que desde hace 12 años, desde el inicio de los informes PISA, Finlandia siempre ha ocupado los primeros puestos gracias a su excelentes nivel educativo. Así, el abandono escolar de estudios obligatorios se sitúa en un 8%, cifra muy inferior al 30% de los españoles, que no terminan el Bachillerato. Puestos a elaborar Business Intelligence, el psicólogo escolar Javier Melgarejo estudió cómo se procedía en Finlandia.
Para lograr tal éxito, los niños finlandeses, durante los primeros seis años de primaria tienen siempre un único profesor para todas o para la mayoría de asignaturas. De este modo, el docente vigila que no haya ningún niño en riesgo de exclusión. En Finlandia – hasta 5º curso- no se busca que los alumnos compitan entre ellos por ver quién obtiene la nota más alta, no entregándose calificaciones numéricas. El número de horas lectivas en Finlandia –en educación primaria- es de 608 horas, también muy por debajo respecto a las 875 horas en España. Así, el éxito finés en educación pasa por encajar 3 estructuras básicas: familia, escuela y recursos socioculturales. Tres recursos que se complementan a la perfección. Así, se entiende que cerca del 80% de las familias finlandesas inviertan su tiempo de ocio el fin de semana para acudir a una biblioteca.
Además, la educación es gratuita desde preescolar hasta la universidad, incluyendo clases, comedor, libros y hasta material escolar. Por otro lado, es una sociedad que, debido a su climatología, sabe perfectamente cómo conciliar vida profesional y familiar, con numerosas ayudas oficiales a las familias.
Otra gran parte de este éxito se debe a que los finlandeses ven en los niños un auténtico tesoro y, para que tengan lo mejor, no escatiman en medios, poniendo a los mejores profesionales de la docencia en los primeros años escolares. De hecho, para ser profesor en Finlandia, el aspirante tiene que obtener una calificación superior a 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y reválida, amén de la correspondiente licenciatura universitaria, prácticas y otras características como actividades sociales, voluntariado, etc.